jueves, 22 de julio de 2010

Little Bear

Hoy se trata de mi (no siempre). Será porque estoy cansada y triste y no ha sido un año amable. Quiero ser sincera pero siempre acabo no diciendo nada. Lo cierto: a veces me harta pasar mi vida en el carril derecho. Apenas soy una nota al pie en su vida (todos tenemos lugares comunes). Algo en mí se fracturó con esa noticia, pero no hablo de ello con nadie. Extraño el atardecer en sus pestañas y la música triste de sus dedos (ese inexplicable masoquismo de torturarnos con canciones que sólo nos recuerdan ausencias). Pero hoy se trata de mi . Ayer recibí una de las peores noticias que me han dado en semanas y hay días en los que nada más no sé. No puedo dormir, hace meses que no escribo, ni leo, ni hago mucho realmente. Estoy cansada del mundo y sus distancias, de tanto extrañar, de preocuparme así, de no llorar. Estoy hastiada de la rutina, del tráfico, de esta ciudad a la que a veces no puedo amar. Harta de haber añorado la lluvia sólo para esperar que no llueva, de la mala ortografía, de que haya tantas cosas menos fáciles y aún así no pueda, de ser tan poco egoísta, de no olvidar. Entristecida por las "amistades" que me han dejado a mi suerte, por el tiempo que me roban las cosas que odio, por el derrame de petróleo, por la ignorancia en la que nos estamos hundiendo. Me duele tanta frivolidad e indiferencia. No soporto a mis fantasmas de humo, a mis recuerdos porosos, a mi repertorio de sombras. Y a momentos el corazón se me hincha por las decisiones que he tomado, por lo no dicho a tiempo, por la cobardía traicionera que asfixia, porque esta vez se trate de mi. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario