

"Beginners" (Mike Mills, 2010) nos habla de comienzos y también de lo temprano que siempre es para tratar. Plagada de toques divertidos que endulzan la tristeza de la historia, Mike Mills nos arrastra hasta la nostalgia de los personajes. Con diálogos profundos y grandes actuaciones, se convierte en un filme inolvidable que a veces punza demasiado pero que nunca deja de ser bello.

"Restless" (Gus Van Sant, 2011) es una historia de amor que aborda la muerte no como una contraposición de la vida, sino como parte indisociable de ella. Más que un final, para Gus Van Sant ésta resulta un punto de partida que moldea a sus protagonistas y los empuja a vivir. Henry Hopper y Mia Wasikowska hacen nacer a dos personajes rotos y enternecedores que juntos, como pájaros de agua, encontrarán la manera de flotar en la tristeza que los envuelve y aprenderán que la brevedad del tiempo, a pesar de que los ahoga, es también hermosa.
"La piel que habito" (Pedro Almodóvar, 2011) es un retrato espeluznantemente acertado de hasta donde es que las obsesiones, impulsadas por un deseo de venganza, nos arrastran. Antonio Banderas interpreta a un cirujano plástico completamente deshumanizado. Éste, ensimismado en su trabajo, tratará de reconstruir un pasado que anhela y que le ha sido arrebatado cruelmente. Con una fotografía impecable y una trama que nos va llevando por caminos insospechados, el filme de Almodóvar se vuelve un thriller perturbador y brillante que nos hace conscientes de lo terrible de la naturaleza humana.
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