Que te cuento, querido padre….
Que te cuento, querido padre, de mi viaja a la India. Que estoy seguro, cierto de que me escucharás.
Que ya son muchos meses de anfetaminas. Que por algún tiempo las anfetaminas eran inconseguibles en las farmacias. Que el mercado negro las vendía a precios odiosos. Que mi viaje por Nápoles- boleto de ida y vuelta- que Nápoles era un lugar casi virgen para las anfetaminas. Que el boleto a Roma fue a dar al excusado. Que un mes en Nápoles, ciudad que quiere vivir al paso de los tiempos, aun conservando un subrepticio tradicionalismo- que en Nápoles, Piazza Municipio, estaban Gionata Usi, Lorens y muchos más. Que todos los días dos o tres frascos de Ritalin-Metredina-Desoxyn-Psichergina-Tempodex. Que luego la ocasión de un robo de diez mil liras y la paranoia obsesiva me llevaron a Foggia- que fuga en Manfredonia- que el único greñudo en Manfredonia me regala su documento de identidad- que prosigo de aventón hacia Brindisi- que tu espíritu, tus palabras, tus moléculas me han ayudado. Que encuentro cinco mil liras, suficientes para embarcarme rumbo a Gominizza- que luego nada, padre, nada de jeringas ni de intravenosas. Que he viajado solo, la mayor parte a pie, por las faldas de los montes que forman la frontera de Salónica. Que en Salónica encontré a un francés, maduro para una venganza justa e injusta. Que estaba maduro, querido papá, para la diosa y no diosa muerte. Que él regresó a Francia, que yo directamente a Estambul.
Querido padre, que Estambul nos recuerda- me recuerda un año de cárcel. Que te amo, querido padre, y que casi siempre te he amado. Que no deseaba tu ansia, tu dolor. Que llego a Estambul con el falso documento de identidad, sin una lira turca. Que robo dos pasaportes, un extraordinario reloj y algunas monedas. Que en Estambul me inyectaba inmemorables dosis de tintura de opio. Que me hallaba sereno, que sólo te recordaba en momentos de inspiración. Que después del robo una obsesiva paranoia. Que un taxi hasta Estambul oriental. Que la paranoia me corroía. Que finalmente Izmit. Que encuentro a un francés en el primer viaje. Que trabajo en Modino gracias a mis conocimientos de turco. Que una tarde dentro de un hotel de cuarta clase. Que aquí George Souterbanc deja su pantalón bajo la cama, con los pasaportes y doscientos cincuenta dólares. Que gran lucha introspectiva, querido padre. Que al fin huyo con los pantalones del francés. Que taxi. Que 50 gramos de opio líquido. Que en un pueblo cuyo nombre no recuerdo tomo un autobús directo a Ankara. Que paranoia obsesiva. Que en Ankara un avión hacia Erzerum. Que horas contadas con el cuentagotas. Que al fin directo hacia Irán. Que tres días de viaja bebiendo vomitivo líquido de opio líquido. Que el primer retén es la aduana, y el opio a salvo. Que luego en Tabriz, con pocas hors de espera. Que compré dátiles y manzanas. Que finalmente Teherán. Que Amircabir Hotel, el hotel para turistas adinerados. Que opio a montones. Que cinco veces heroína, y fumada, según la usanza local. Que pericazo- que piquetazo. Que esperaba más de la reina de las drogas. Que veinte comprimidos de morfina de 32 mg. Que cylon. Que contar. Que un nuevo robo (reloj transistorizado), que menos paranoia que la primera vez. Que tren para Mescad. Que los últimos quintos para Herat (Afganistán). Que en Herat ayudas a causa de la recíproca simpatía de un muchacho alemán. Que viajo hasta Kandar y encuentro a un viejo compañero francés, Fransuás. Que juntos vivimos la vida con el último dinero restante de un pequeño robo de ampolletas de morfina. Que el ser viajaba. Que el ser estaba reducido a andrajos de colores. Que las campanas tocaban. Que tocaban lentamente 12 tañidos. Que con gusto me bebería un vaso de leche fría.
Bueno el trabajo constaba en adaptar fotos a un texto, elegí éste. Todas las escenografías fueron construcción mía, los únicos cambios que les di en photoshop fueron alrededor del color y los efectos de luz. El trabajo fue presentado en un sobre con un sello de cera que contenía también la carta, las fotos son las postales que Eros le manda a su padre.
Una vez más, víctima de los paseos por blogger, me encuentro comentando entradas ajenas. Me encantó el proyecto, combinar letras y Fotografía (así, con mayúsculas, no esas fotos turísticas cuasialeatorias). Es un buen resultado, aunque opino que este texto requería de otra tipografía más sobria, acorde a las imágenes.
ResponderEliminarNo sé en qué escuela estudia usted, pero me fusilaré su ejercicio, jejje. Saludos.